Entrenar en casa, un concepto muy amplio y con varias vertientes que queremos tratar con el objetivo único de mejorar la calidad de vida de cada uno de nosotros.

Indudablemente el ejercicio físico y una vida más sana o de más calidad son conceptos que van unidos y que nadie pondría en duda.

¿Lo ideal sería que todos fuésemos a un gimnasio a diario? Puede que sí aunque para nada es necesaria esta obligación por varias razones; desde las económicas, un gimnasio tiene un coste (discutible si analizamos los beneficios), la falta de tiempo, cargas laborales y de casa,  hasta las meramente prácticas como que ciertos ejercicios requieren de su espacio propio que no lo comprende un gimnasio o nuestra propia casa.

A continuación vamos a ver toda una serie de pros y contras que conlleva entrenar en casa o en el espacio público cercano a casa

Así pues, cuáles van a ser las renuncias que encontraremos si nuestro objetivo es alcanzar una puesta a punto física en este ámbito.

Una breve relación muy tópica y que trataremos de rebatir en base a la experiencia.

  • El coste de los elementos y utensilios a emplear hacen más caro que ir a un gimnasio: Ciertamente en el mundo del fitness y del deporte general ciertos elementos pueden ser caros o muy caros, pero el coste para la puesta en forma puede ser poco más de 0.00€. Hay toda una serie de ejercicios y rutinas que cubren todo el arco de las necesidades físicas a coste cero, tanto la parte aeróbica, los ejercicios de resistencia y fortalecimiento o la flexibilidad.
  • Las posibilidades que te da la maquinaria de entrenamiento nunca las vas a tener en casa. La gran mentira ya que aunque estas máquinas deslumbren a cualquier principiante, todos los que llevamos tiempo en el practicando en un gimnasio acabamos prescindiendo de la mayoría de estas máquinas centrándonos en unos pocos elementos como cintas, juego de mancuernas, ejercicios en banco o sobre suelo. No es cuestión de sacar valor a estos elementos, simplemente la mayoría son sustituibles.
  • Te pierdes la vida social que se genera en los gimnasios y que cuando entrenas en casa no es factible: ¿vas a entrenar y te dedicas a hablar? ¿Cuántos usuarios entran en el gimnasio con los cascos musicales y marchan con los cascos? Porque en casa probablemente estarás sola pero con tu música preferida en tu equipo, sin necesidad de unos incómodos cascos, o viendo tu serie preferida, o relajada sin la presión de otras personas a tu lado. También tienes la opción de salir al exterior para la parte de cardio; running, bici o simplemente caminar y hacerlo con más gente, esto llega a ser todo un vicio y los resultados inigualables tanto físicamente como psicológicamente.
  • El compromiso y la determinación en seguir un entrenamiento si no tienes la “obligación” de ir al gimnasio caerá: pues también en el gimnasio te va a pasar. Entrenar en casa supone una mentalización y una disciplina idéntica a la que necesitas en el gimnasio, deber seguir ciertas procedimientos que eviten llevarte al aburrimiento; cambio de ejercicios, cambio de rutinas, ambiente amable… Y llegaras a engancharte. No te preocupes vamos  a hacer un post solo para darte los consejos para que no abandones.
  • La experiencia: es quizás la parte más negativa, algunos de los ejercicios que haces, si no los realizas correctamente pueden ser contraproducentes, incluso llegar a lesionarte. Otra consecuencia importante en las primeras etapas de tu entrenamiento en casa es la evolución de cada rutina o ejercicio para llevar un progreso adecuado. Aquí el consejo es que el ahorro importante que supone no pagar cuotas, una parte lo inviertas en contratar un coaching o un entrenador personal que te ayude en estos primeros pasos, algo que muchos clubs y no solo los low cost carecen de buenos profesionales y contratan personal más comercial orientado a la venta de entrenamientos que  a aconsejar certeramente a sus clientes (y esto no va para la gran cantidad de profesionales que hacen un trabajo estupendo, técnico y profesional, que se forman continuamente y que no son vendedores de humo)

Estos creo que son los principales argumentos que podemos encontrarnos para renunciar a un aporte vital como es el ejercicio físico en tu propio domicilio, en un próximo artículo vamos a hablar  de las ventajas que son muchas.

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